Picardía o malicia referente a temas sexuales». Este vocablo fue formado arbitrariamente por yuxtaposición de las palabras griegas sykon (higo) y aleipsis (frotar, untar), con base en alguna idea que dejamos librada a la imaginación del lector.
partiendo de una posición moralista del pensamiento. La etimología griega propuesta por los académicos de la lengua es del idioma griego «σῦκον», higo, y «ἄλειψις», frotamiento o acción de untar. Joan Corominas –según el wikcionario– da como etimologías «sỹkon» (vulva) y «aleiptikós» («masajeador»), y Federico Ruiz Morcuende lo situaba acuñado en la primavera de 1902 para el anuncio de una novelita ‘pornográfica’.
Decimos arbitrariamente porque la palabra no nos llegó, por cierto, desde el griego, sino que fue creada arbitrariamente por publicitarios hace más de un siglo y aparece por primera vez en 1902, en el anuncio de una obra pornográfica en el diario El Liberal de Madrid. El uso más frecuente no es sicalipsis, sino el adjetivo sicalíptico, cuyo significado, más allá de la significación académica reseñada al comienzo, es ‘obsceno’ o ‘pornográfico’.